Señales de que tu hijo está listo para iniciar la alimentación complementaria

Señales de que tu hijo está listo para iniciar la alimentación complementaria

Al inicio de la alimentación complementaria, uno de los factores más importantes a considerar, es el nivel de preparación de tu bebé basado en el desarrollo de la motricidad gruesa y fina.

Todo comienza con la musculatura central del bebé, más conocido como core. Los músculos de su abdomen y espalda están mucho más fuertes que hace unos meses atrás, y eso lo notaremos al ver que la cabeza está más firme sobre sus hombros y que se pueden sentar por su cuenta con mínimo soporte. Podrían no tener dientes aun, pero disfrutan llevando objetos a su boca mientras están sentados.

Esta estabilidad general de tronco es esencial para que puedan crear movimientos de motricidad fina, como morder, masticar, tragar y agarrar trozos de comida presentados frente a ellos para llevárselos a la boca de forma independiente.

¿Cuáles son los signos necesarios para el inicio de la alimentación complementaria?

  • Control de cabeza y cuello
  • Estabilidad de tronco
  • Poder sentarse con apoyo mínimo
  • Cruzar la línea media de su cuerpo con su mano para agarrar un objeto o alimento
  • Llevarse objetivos y sus puños a la boca

 Existen otros signos positivos, pero no indicativos, para el inicio de la alimentación complementaria, como lo son:

  • Mostrar interés general en alimentos y en otros comiendo
  • Chasquido de labios y boca abierta con anticipación
  • Alcanzar la comida de sus cuidadores
  • Duplicar el peso de nacimiento

Al considerar las habilidades motoras, la mayoría de los bebés están listos para los primeros alimentos sólidos alrededor de los 6 meses de edad. Para una nutrición óptima los meses que vienen, es bueno aprovechar este momento para que exploren variedad de sabores, texturas y cambios sutiles de temperatura de los alimentos. Si buscas opciones que ofrezcan esta variedad, te invito a explorar el Pack Compotas Mix 36 unidades.

De hecho, esperar pasado los 9 meses podría llevar a un retraso en el desarrollo de la alimentación. Esto se debe parcialmente a que todo niño necesita aprender de los movimientos reflejos. Desde los 6 a los 12 meses, los bebés aprenden a comer por reflejos que mueven los labios, la lengua y otros músculos de la boca. Estos reflejos le enseñan al bebé a mover su lengua de un lado a otro con comida en su boca y a impulsar la comida hacia atrás, entre otros. Estos mismos reflejos se integran en el sistema nervioso y con el paso del tiempo tienden a desaparecer, y, a menos que el bebé haya experimentado el intento de comer con el apoyo de estos reflejos, deberán aprender a comer “por su cuenta”.

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